En medicina reproductiva solemos poner la lupa sobre la calidad ovocitaria, la morfología embrionaria o la receptividad endometrial. Pero hay algo más, algo invisible al ojo humano que también puede marcar la diferencia: el microbioma. Este ecosistema de microorganismos que habita nuestro cuerpo —especialmente el tracto genital femenino— está emergiendo como un actor silencioso, pero poderoso en la fertilidad y en los resultados de los tratamientos de reproducción asistida.
Microbioma, un ecosistema que nos habla en voz baja
Durante mucho tiempo se creyó que el útero era un ambiente estéril. Sin embargo, gracias a técnicas avanzadas de secuenciación del ADN, hoy sabemos que existen comunidades microbianas tanto en la vagina como en el endometrio (Moreno et al., 2016). Este hallazgo ha cambiado profundamente nuestra comprensión sobre el entorno uterino.
El predominio de bacterias del género Lactobacillus —especialmente L. crispatus— se asocia con un ambiente ácido, protector y antiinflamatorio. Por el contrario, la disbiosis caracterizada por la presencia de bacterias como Gardnerella, Atopobium o Prevotella puede alterar la homeostasis endometrial e interferir con la implantación embrionaria (Moreno et al., 2016).
Lo clínico que no siempre se mide
Muchos profesionales en medicina reproductiva conocen la frustración que generan los fallos de implantación inexplicables en pacientes jóvenes, con buenos embriones y sin hallazgos ecográficos anormales. En estos casos, una microbiota endometrial alterada puede ser una variable clínica no explorada.
Estudios piloto han mostrado que una microbiota no dominada por Lactobacillus se asocia con una menor tasa de embarazos clínicos y nacidos vivos tras FIV (Kyono et al., 2019). Además, patologías como la endometritis crónica subclínica —que, a menudo, cursa sin síntomas— pueden tener una base microbiana persistente (Kitaya et al., 2017), lo que sugiere que algunas fallas de implantación podrían tener un origen bacteriano.
¿Estamos listos para intervenir?
Although no standardised protocol yet exists, some specialised centres already incorporate endometrial microbiome analysis as part of the diagnostic approach in cases of repeated implantation failure or recurrent miscarriage. Interventions can range from targeted antibiotic treatments to vaginal or intrauterine probiotics and personalised embryo-endometrial synchronisation strategies based on microbial balance (Moreno et al., 2016; Kyono et al., 2019).
The scientific community agrees that more prospective and controlled studies are needed. However, the available evidence suggests that the microbiome should not be considered simply as an additional test, but as a key piece of the complex puzzle of assisted reproduction.
Lo humano detrás de lo microbiano
En la consulta, cuando una paciente atraviesa tratamientos fallidos, lo último que necesita escuchar es que “todo está bien”, si claramente no lo está. Mirar más allá de lo habitual, incluso en lo que no vemos a simple vista, también es una forma de acompañar desde la empatía. Incorporar el estudio del microbioma, cuando está justificado, puede marcar la diferencia, no solo en los resultados clínicos, sino también en la experiencia emocional del tratamiento.
Quizás, no podamos controlar todos los factores implicados en la implantación embrionaria. Pero sí podemos seguir ampliando nuestra comprensión. En ese camino, el microbioma ha dejado de ser un actor secundario.
Referencias
Moreno, I., Codoñer, F. M., Vilella, F., Valbuena, D., Martínez-Blanch, J. F., Jiménez-Almazán, J., … & Simón, C. (2016). Evidence that the endometrial microbiota has an effect on implantation success or failure. American Journal of Obstetrics and Gynecology, 215(6), 684–703.e1. https://doi.org/10.1016/j.ajog.2016.09.075
Kyono, K., Hashimoto, T., Nagai, Y., & Sakuraba, Y. (2019). A pilot study and case reports on endometrial microbiota and pregnancy outcome: An analysis using 16S rRNA gene sequencing among infertile women. Reproductive Medicine and Biology, 18(1), 72–82. https://doi.org/10.1002/rmb2.12254
Kitaya, K., Takeuchi, T., Mizuta, S., Matsubayashi, H., & Ishikawa, T. (2017). Endometritis: New time, new concepts. Fertility and Sterility, 108(2), 180–187. https://doi.org/10.1016/j.fertnstert.2017.06.004



